domingo, 27 de mayo de 2012

La silenciosa deidad

Imagen: Tlazoltéotl, "La devoradora de la mugre", códice borbónico

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"¿Crees, oh pobre hombre, 
que el griterío de tu boca 
sea el canto de alabanza justo 
para la silenciosa deidad?"
(Angelus Silesius)


¿Crees que podremos llegar a tentar a los cielos?
¿Irrumpir de a marometas en esos palacios divinos?
dicen que cristo tenía doce seguidores,
yo a lo mucho tengo un par de buenos amigos borrachos
y aunque mi éxtasis no es de masoquista,
he llegado a ver a dios en la luna anaranjada,
es un dios silencioso que no tiene hermosura pero que vive en el trance
y que sabe acontecer en las flores
* las plantas son las nuevas estrellas*
Tal vez yo no crea en dios
pero quizás sí sea un místico extraño
quizás dios siga callado y lo seguirá estando
pero una danza frenética me arroba cuando navego en el cielo,

no conoceré a dios
pero como sé del estruendo también me abruma el silencio
y la estela de vivir e incendiarse rodeado de ángeles muriendo
caen uno a uno y la tierra se los come como al polvo,

a la tierra, los aztecas la llamaban LA DEVORADORA DE LA MUGRE
y la representaban manchada de lodo y pariendo
en medio de un rito alucinógeno,
desde entonces conocemos la frescura del lodo y las delicias del sueño
y con la raíz del diablo entrábamos en comunión con los dioses,

hasta que llegaron obispos a querer bendecir con hogueras


no,
nosotros no queremos / no sabemos bendecir
pero tenemos el poder de la blasfemia
que es el don de hacer llorar a los imbéciles
que es el don de orgasmearse mientras rezas,

no,
nosotros no sabemos / no queremos bendecir,
creemos que dios por algo está calladito
y que la tierra por algo está pariendo y devorando desechos

no sabemos si dios tenga oídos
o si sus orejas abarquen el cosmos,
no lo sabemos, ignoramos bastante
lo cierto es que si miramos al cielo
terminaremos extasiados de eclipses
y lleno de moretones los brazos,
quizás hasta el corazón vomitemos
antes de que se nos sequen las venas,

/ me daré un beso en la frente a mí mismo
y dibujaré a mi dios preferido,
escalaré al cielo en las plantas
y beberé con los fantasmas de mis amigos muertos /

no,
no sé si dios exista,
sólo sé que la noche es hermosa y a ella no le importa tanto el griterío de tu boca,
ella sabe divertirse en lo oscuro y comprender las danzas del instante.

Imagen: paisaje desde Navachiste, 2012
(clic para agrandar)

viernes, 18 de mayo de 2012

Voltaire - El hombre de los cuarenta escudos (extracto)


Ya bastante instruído, el hombre de los cuarenta escudos, y hecho un caudalejo, se casó con una bonita muchacha que tenía 100 escudos de renta; en breve embarazó a su mujer, por lo que fué a ver a su geómetra, y a preguntarle si el recién nacido sería chico o chica. Respondióle el geómetra que eso lo suelen saber las comadronas y las criadas; pero que no estaban tan adelantados como ellas los astrónomos que predicen los eclipses.
Luego le preguntó si su hijo o hija tenía ya un alma, a lo que contestó el geómetra que no entendía de eso, y que lo consultase con un teólogo. El hombre de los cuarenta escudos, que era ya hombre de 140, quiso enterarse también en qué sitio estaba su hijo. "En una bolsita", le dijo su amigo, "entre la vejiga y el intestino recto".
-¡Jesús me valga! – exclamó-: ¿El alma inmortal de mi hijo ha nacido y vive entre la orina y otra cosa peor?.
-Sí, mi querido vecino, y el alma de un cardenal no tuvo tampoco alojamiento más aseado. A pesar de eso se las echan luego de personas superiores a todos. (...)”
 
(Voltaire - El hombre de los cuarenta escudos (1768); inicios del capítulo VII)
 Imagen: Pedro Luis Raota

lunes, 7 de mayo de 2012

La lumbre



Imagen: Angelo Bronzino

"Recuerda que también está dispuesto por los hados
que llegará un tiempo en que el mar, la tierra y el palacio celeste
arderán presos por las llamas y que la masa del mundo,
presa del fuego sucumbirá." 
(Publio Ovidio Nasón - Las metamorfosis)

Lunáticamente en serio vayan despidiéndose del mundo,
ruina de un dios desmoronado,
y abrácense a la sombra del espacio

abracen la fogata, conjúguense en la lumbre
la lumbre - la lumbre - la lumbre
soy como una loca encendida en su belleza,
la lumbre me acompaña,
me enamoro de los brujos sin toloache

hay poesía en las maldiciones de las locas
y tremendos antiversos en la oscuridad de sus sonrisas,
habita siempre el findelmundo en su belleza insoportable,
como algún vagabundo sin miedo de la noche y sus patrullas

no hay mejor belleza que la que peligra entre colmillos
aquella que enciende encabronada el fin del mundo
y termina fulminando el cielo de chiripa.
 - hay poesía en el crimen de las locas,
hay poesía en la luna envuelta en llamas -
AMO A LAS LOCAS
porque chamuscan el cielo y no refunfuñan
antes luego se desvisten
y le rezan a la lumbre entre las nubes

AMO A LAS LOCAS
porque saben meditar a escupitajos en los palacios celestes,
saben incendiarse en flor de loto y con huaraches
y resistir el fin del mundo con una sonrisa amplia de calaca enamorada.



  Imagen: robert crumb
 
Imagen: danny quirk